Argumentos Chavistas

ARGUMENTOS CHAVISTAS

Mar. 2011 - J. J. Martínez Vera

Hace unos pocos días salió encartado en el periódico “Últimas Noticias” una revista de 12 páginas donde se emiten interesantes argumentos sobre el Federalismo, la Descentralización, el nuevo Consejo Federal, Ezequiel Zamora y otros tópicos que parece conveniente considerar, sobre todo por emanar de las altas esferas del gobierno. Se trata de una revista a todo lujo y color que sólo el gobierno puede financiar.  Por ejemplo, en la página 2 explica que el sistema federal que se “ha pretendido trasladar a nuestras latitudes (es) un sistema político ajeno a nuestras circunstancias concretas, tanto en el pasado como en el presente. . . la adaptación acrítica  de un producto de la tradición liberal burguesa occidental, en concreto la norteamericana primero y la germánica después”.  En esa misma página aclara “tanto el federalismo fallido . . .del siglo XIX como la descentralización fraudulenta aplicada en el siglo XX, nunca se propuso cosa distinta a reorganizar la administración política y de los recursos de la Nación . . . cada vez más cerca de los designios imperiales norteamericanos . . . En los años 80 y 90 el resultado de esa política de descentralización neoliberal fue . . . la privatización de nuestros recursos y activos estratégicos . . .  por  parte de gobernaciones y alcaldías . .…. Así fueron entregadas VIASA, CANTV, SIDOR y se inició el proceso de privatización de la salud, la educación y los servicios . . . Y más grave aún, el inicio de la entrega de la industria petrolera a través de la apertura petrolera” 



Uno puede suponer que quien eso escribe no debe ser venezolano, porque ignora los hechos más sencillos de nuestra historia. Ignora que las gobernaciones y alcaldías no  eran “un sistema político ajeno a nuestras circunstancias” sino una realidad muy concreta en la Venezuela del siglo XVI, cuando aún no habían inmigrantes en la América del Norte. Toda Venezuela sabe que las gobernaciones y alcaldías fueron un producto de la tradición milenaria española sin nada que ver con la burguesía occidental norteamericana.  Ignora que fueron siete poderosas y tradicionales alcaldías las que optaron por la Independencia. Ignora que gobernaciones y alcaldías nunca han tenido autoridad para esas privatizaciones. Ignora que VIASA, CANTV y SIDOR están ahora en una situación financiera y productiva peor que en toda su historia. Ignora que la actual apertura petrolera con China, Rusia y otros grandes imperialismos es más nociva para el país que todas las situaciones anteriores, cuando ya se había logrado la nacionalización.

Estos falsos argumentos se esgrimen para intentar probar que existen dos tipos de Federación y de Descentralización: Hay una, la chavista, para favorecer al pueblo, como quería Zamora; y otra, la burguesa, para favorecer al Imperio. La revista de marras busca explicar con un lenguaje que intenta ser científico pero luce ridículo, las enormes ventajas que traerá el nuevo Consejo Federal de Gobierno en el Socialismo Bolivariano ¿Cuánto hay de cierto en eso?

Olvidándonos del lenguaje ampuloso y para entender bien de qué se trata consideremos una comunidad cualquiera, en uno de nuestros 335 municipios, que necesita arreglar una cloaca, hacer una cancha de básquet, o mejorar un ambulatorio. Como el gobierno tiene interés en resolver el problema, tiene dos alternativas: asignar los recursos para esa obra a una Comuna o a la Alcaldía. La Alcaldía es la representación de la comunidad, chavista y no chavista. La Comuna es una organización chavista, autorizada con su firma y sello por el Presidente. ¿Quién controla la ejecución de la obra? En el primer caso, la Vice Presidencia de la República, desde Caracas. En el segundo caso, la Alcaldía, desde el sitio. En primer lugar, los costos de una supervisión desde Caracas son considerablemente mayores, por lo cual la Comuna luce desventajosa. La Comuna es diferente de la Comunidad. Si consideramos las últimas elecciones, la Comunidad representa al 100 por ciento de la población. La Comuna representa al 48 por ciento. La Alcaldía tiene una estructura supervisora que ha funcionado por siglos. La Comuna nunca ha tenido una estructura funcional. Son varias desventajas.

La Comuna, sin embargo, tiene una ventaja política fundamental. Ejecútese o no la obra, los compañeros de partido se ganarán unos reales y el único que puede reclamar es un lejano Presidente. La Comuna tiene también la ventaja del ahorro de recursos: Se le puede asignar la quinta parte del costo, para que la vayan pasando, felices y contentos con sus camisas rojas. Aparentemente, esta es la solución que quería don Ezequiel Zamora. El peligro con la Comuna es que la hedentina se perpetúe, que la cancha tenga piedras o que el ambulatorio permanezca cerrado, pero ya a eso se le buscarán explicaciones.

Hay también una ventaja política para el Presidente. Es la única vía legal para financiar a los más combativos activistas de PSUV: los dirigentes comunales, cuya lealtad  tiene garantizada precisamente por las asignaciones presupuestarias.

La Alcaldía tiene una desventaja: que un gringo consiga el contrato pagando comisiones y que se vaya con los reales para el norte, donde lo protegerá el Imperio. Pero esa desventaja es demasiado traída por las greñas.

En conclusión, la Comuna es buena para el Presidente y el PSUV, mientras que la Alcaldía es buena para la comunidad.          

Existe una tercera vía que me atrevo a recomendar a los constructores de la Sexta República: Que gobernadores y alcaldes estén obligados a publicar en los primeros meses del año, en la prensa regional o local, el origen de todos los fondos usados el año anterior y los gastos e inversiones realizadas. Esto mejoraría sensiblemente la transparencia de la gestión administrativa ante los ojos de los contribuyentes y de la ciudadanía en general. No hay duda que tanto gobernaciones como alcaldías tienen un personal profesional que sabe mantener al día la contabilidad presupuestaria. ¿Por  qué no se publica? Los ciudadanos de a pie, contribuyentes obligatorios debido a su nacimiento y a impuestos como el IVA, debieran saber en qué se gastan sus reales.