viernes, 2 de septiembre de 2011

Las Diferencias entre Venezuela y Colombia

Este artículo de papá fue publicado en el 2010 ante las insinuaciones del presidente venezolano, de una posible guerra entre los dos países.

LAS DIFERENCIAS ENTRE VENEZUELA Y COLOMBIA

 J. J. Martínez Vera

      A lo largo de 180 años (desde 1.830, con la disolución de la Gran Colombia) las diferencias políticas, económicas y sociales entre nuestros dos países han sido altamente significativas. Al comienzo, Bolívar dijo que Colombia era la Universidad y Venezuela el Cuartel. Y no sólo lo dijo, sino que lo predijo: En los primeros 115 años de Venezuela (hasta 1.945, con el derrocamiento del general Medina Angarita) todos los presidentes fueron militares. Hubo nombres civiles, pero eran solo mamparas, como José María  Vargas para el general  Páez, Francisco Linares Alcántara para el general Guzmán Blanco y Juan Bautista Pérez para el general Juan Vicente Gómez. Además de sus largos mandatos, se caracterizan por hacerse millonarios a la sombra del poder: Sin duda, Páez, Guzmán Blanco y Gómez, entre otros, se contaron entre los hombres más ricos de Hispanoamérica. Por añadidura, en ese largo siglo, las leyes y las constituciones se hicieron específicamente para complacer a los caudillos.

      Por el contrario, aunque el fundador del liberalismo colombiano fue un militar, el general Santander, este era, entre todos los generales patriotas, el gran propulsor de las leyes y las instituciones. A partir de entonces la escena política fue compartida, salvo algunos paréntesis dictatoriales, por civiles conservadores y liberales hasta la llegada de Álvaro Uribe al poder. Se sucedieron los López, los Mosquera, los Santos, los Lleras. Aunque hubo insurrecciones, allá no se produjo una Guerra Federal ni las otras que le siguieron aquí. Históricamente, Venezuela fue un país con mandos militares mientras que Colombia fue de mandos civiles. Chávez y Uribe son herederos de largas y muy diferentes tradiciones. 

      En materia económica cabe recordar que Venezuela fue hasta 1926 una de las naciones más pobres de América. Colombia lo era bastante menos. Al convertirse Venezuela, después de esa fecha, en un país petrolero las diferencias se agigantaron:
      Aquí el gobierno se hizo rico y el pueblo siguió siendo pobre. Y esta es la mayor desgracia que pueda sucederle a un país: cuando el gobierno es pobre, necesita leyes que impulsen a los ciudadanos hacia la creación de riqueza, de modo que el gobierno pueda cobrarles cuantiosos impuestos. Es lo que ha sucedido y sucede en todos los países prósperos. Cuando el gobierno es rico busca que el pueblo sea pobre porque entonces es más barato comprar conciencias. Exactamente lo que ha sucedido en la última década venezolana. En todo caso, para entender lo que ha sucedido en materia económica baste recordar que antes se necesitaban muchos pesos para comprar un bolívar y ahora se necesitan varios bolívares para comprar un peso.   

      Y en materia social es creencia bien cimentada y compartida que lo más parecido a un colombiano es un andino venezolano. Y ello porque éstos tienen fama de ser gente de orden y trabajo. Por el contrario, nosotros los orientales parece que siempre tenemos más boca que voluntad. Aunque muchos crean que nuestros dos presidentes son muy parecidos, Uribe es hombre de trabajo y Chávez es hombre de micrófono.

      Vistas someramente las diferencias históricas podemos ahora considerar las diferencias entre las ejecutorias de los dos caballeros recién mencionados y su influencia sobre los países que gobernaron.

      Para 1.990 fecha en que Colombia era gobernada por César Gaviria, tenía una población de 33.777.000 habitantes, un territorio de 1.141.748 kilómetros  y cada persona tenía un ingreso promedio anual de 1.240 dólares. Venezuela lo era por Carlos Andrés Pérez, tenía una población de 19.735.000, un territorio de 912.050 kmts2 y cada persona tenía un ingreso promedio anual de 2.450 dólares.(Estas y las siguientes cifras fueron extraídas de Internet, varios almanaques y guías mundiales). En promedio, cada venezolano, hombre o mujer, niño o anciano, recibía 1.210 dólares más que cada colombiano. Para el año 2.006, en pleno gobierno de nuestros dos personajes, las cifras habían cambiado: la población de ellos había llegado a los 43.593.000, mientras que la nuestra alcanzaba los 25.730.000. El ingreso promedio de ellos se situaba en 7.900 dólares mientras que el nuestro alcanzaba los 6.100. Ahora cada colombiano recibía 1.800 dólares más que cada compatriota.

      La cifra revela el gran avance relativo de nuestros vecinos, o el retroceso nuestro. En relación con nosotros habían avanzado 1.210 + 1.800 = 3.010 dólares. Y esta triste realidad se hace más triste si consideramos el ingrediente petrolero. En renta neta el petróleo aporta no menos de 2.000 dólares anuales a cada venezolano. Eso quiere decir que creamos solamente unos 4.000 dólares de riqueza anual, mientras que los colombianos, que no gozan de esta manguanga, crean el doble: 7.900 dólares sudados.

      No hay duda de que la década de Uribe fue de un progreso tan grande como fue el retroceso provocado por nuestro comandante. Existen otras muchas diferencias  interesantes, entre las cuales cabe resaltar las siguientes:

      En materia agrícola Colombia ha experimentado un notable aumento de su producción en muy variados renglones debido, de acuerdo a los expertos consultados, a la creciente coordinación de acciones entre los productores y el gobierno. Por el contrario, se señalan dos ejemplos representativos de lo que ha sucedido en el campo venezolano: En una zona que tradicionalmente producía grandes cantidades de caña de azúcar los “técnicos” del gobierno decidieron sembrar caraotas. Expropiaron fincas, destruyeron la caña, trajeron equipos, acondicionaron los terrenos, regaron fertilizantes, compraron las mejores semillas y, al fin, obtuvieron una cosecha donde cada kilo de caraota terminó costando un millón (Si, un millón) de bolívares fuertes. El otro ejemplo, más reciente, sucedió con las papas. El gobierno decidió convertirse en el gran importador y proveedor de las semillas. En las dos últimas cosechas del Estado Lara cada hectárea, que antes producía 25 toneladas, terminó con una cosecha de 5 toneladas. Cada productor terminó arruinado. La única cosecha grande se manifestó seguramente en los bolsillos de los importadores. 

      En materia política las diferencias son elementales. Allá hay equilibrio de poderes: la Corte Suprema de Justicia prohibió la segunda reelección de Uribe. Aquí la Corte, sin necesidad de cheer leaders, enronqueció gritando “A la uh, a la ah, Chávez no se va”. Allá el Congreso ha rechazado varias leyes del Ejecutivo. Aquí el Legislativo le pide al Presidente que le mande las leyes deseadas. Allá la Corte Electoral mantiene su equilibrio, el Contralor Nacional controla, el Defensor de Pueblo no se ocupa en la defensa del Presidente, el Fiscal General investiga especialmente a los funcionarios públicos.

      El Presidente Uribe cree en el capitalismo porque todos los países prósperos del mundo lo son y es amigo de los Estados Unidos, permitiendo el uso de 7 bases militares para combatir el problema de la droga. El Presidente Chávez cree en el comunismo porque todos los comunistas son pobres y es amigo de Cuba, permitiendo que estos extranjeros manejen alimentos, identidades, notarías y bases militares. No puede olvidarse que Giordani, el eterno ministro del gabinete chavista, dijo en una oportunidad: “El socialismo sólo será posible cuando todos los venezolanos seamos pobres”. La realidad demuestra que esa es la consigna. 
  
      Para medir la diferencia en popularidad basta con citar todas las encuestas Chávez contaba con el apoyo 3 o 4 venezolanos de cada 10. Uribe, en cambio, cuenta con el apoyo de 7 u 8 de cada 10. No necesita para nada una guerra con Venezuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario